Busca un tiempo y un lugar donde puedas estar tranquilo
durante al menos media hora, para realizar esta meditación.
- Siéntate cómodamente, con la espalda erguida y ambos
pies apoyados en el suelo. Cierra los ojos suavemente.
- Respira profundamente 3 veces, inhalando por la nariz y
exhalando por la boca. Siente como tu cuerpo se va relajando a medida que
respiras.
- Con tu intención más sincera, y desde lo más profundo
de tu corazón, pide ser rodeado por cuatro ángeles servidores de la Luz. Los 4
ángeles miran hacia afuera, con sus alas desplegadas, y sus manos extendidas,
en señal de protección y alerta.
- Los cuatro ángeles irradian Luz, y forman un circulo de
luz a tu alrededor.
- Estas dentro de un círculo de Luz, blanco azulado (como
luz neón). Respira suavemente en este círculo de Luz, protegido por los cuatro
ángeles servidores de la Luz.
- El círculo de Luz gira a tu alrededor (en sentido de
las agujas del reloj) mientras tu continuas respirando.
- Permanece dentro de ese aro de luz respirando
suavemente.
- A medida que respiras, la Luz va entrando en ti. Te vas
llenando de Luz por dentro.
- El círculo de Luz se va extendiendo hacia arriba y
hacia abajo, formando un cilindro de Luz. Tu estas dentro de ese gran cilindro,
o columna de Luz.
- Esa columna de Luz llega desde lo más alto que puedas
imaginar. Llega desde los cielos.
- A través de esta columna estas tendiendo un puente
hacia los Cielos. Estas alineándote con las Fuerzas de Dios. Estás alineándote
con las Fuerzas del Arcángel Miguel, quien cuida del Trono de Dios.
- Respira profundamente y recibe un rayo de luz dorado y
azul de la espada de Miguel.
- El rayo de Luz penetra en tu pecho. Respíralo
profundamente.
- Mientras respiras el rayo azul de su espada, Miguel te
limpia y bendice.
- Pide a Miguel que retire (o aleje) de ti toda
influencia perniciosa (se lo pides sinceramente 3veces).
(Recuerda que la espada de Miguel no es espada para matar o dañar, es espada para traer la Luz a la Tierra).
- Desde lo más profundo de tu corazón conéctate con la
esperanza, la justicia, los sentimientos más elevados de perdón y compasión.
Siente como tu pecho se expande y comienzas a brillar por dentro.
- Eres uno de las Huestes de Miguel. Puedes decir a
Miguel que te alistas a sus filas para traer la Luz Divina a la Tierra, que te
dispones a ser un Trabajador de la Luz.
- Permanece respirando en la columna de Luz por 15
minutos. Rodeado de los cuatro ángeles, y recibiendo la Luz del Arcángel
Miguel.
- Pasado ese tiempo vas regresando lentamente a tu estado
de conciencia de vigilia. Haciendo tres respiraciones profundas (inhalando por
la nariz y exhalando por la boca). Sintiendo poco a poco tu cuerpo más
presente. Mueve apenas los pies y las manos. Abre los ojos. Mira a tu
alrededor. Permanece así unos instantes más. No hagas actividades bruscas por
un par de horas. Puedes permanecer en calma y quietud, escuchando una suave
música. Leyendo algo que te guste. O haciendo un trabajo tranquilo. O puedes
recostarte a descansar unos momentos.
Al hacer esta meditación has entrado en un proceso de
profunda renovación de energías. Una vibración diferente llegara a ti. Te has
voluntariado como servidor de la Luz, como Trabajador de la Luz. Esta es una
poderosa decisión. Iras siendo ubicado en una posición diferente día a día. Ten
paciencia, ya lo veras.
Renueva esta meditación una vez a la semana. De este modo te resintonizas con estas elevadas energías, y te recuerdas a ti mismo tu compromiso con la Luz.
Gracias por copiar y difundir esta meditación.
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